Robots, drones y cultura tradicional japonesa, protagonistas en Expo de Osaka 2025

Robots, espectáculos de drones, festivales y música tradicional japonesa se dan cita en la Exposición Universal de Osaka, que abrirá oficialmente sus puertas del 13 de abril al 13 de octubre.

Myaku-Myaku, la peculiar y colorida mascota del evento, fue la encargada de dar la bienvenida a los primeros visitantes, quienes  pudieron acceder a los pabellones. Algunos países, sin embargo, continúan ultimando los preparativos a pocos días del arranque oficial.

El recorrido comienza con una serie de pabellones dedicados a grandes compañías niponas como Panasonic o NTT, antes de adentrarse en el corazón de la Expo: el Gran Anillo, reconocido como la estructura de madera más grande del mundo.

Con dos kilómetros de longitud, entre 12 y 20 metros de altura y 30 de ancho, esta colosal construcción acoge los distintos pabellones nacionales, un "bosque de la tranquilidad", áreas de descanso y múltiples opciones gastronómicas.

El recinto está dividido en tres grandes zonas temáticas: "salvar vidas", "empoderarlas" y "conectarlas", en línea con el lema principal del evento: "Diseñar la sociedad del futuro para nuestras vidas", según detalló la organización.

158 países y el futuro en exhibición

Un total de 158 países participan en la Expo Osaka, junto a siete organizaciones internacionales. Llaman la atención la ausencia de México, Argentina o Rusia, y la presencia de territorios marcados por el conflicto, como Ucrania, Palestina e Israel.

Algunos países, como España, Colombia, Francia o Estados Unidos, han apostado por pabellones de diseño propio que reflejan su identidad cultural. Otros, como Cuba o Uruguay, comparten espacios, mientras que naciones como Chile y Perú han adaptado pabellones prefabricados ofrecidos por Japón.

Entre las construcciones más llamativas destacan el pabellón de España, inspirado en el sol y el mar; el de Francia, con una fuerte impronta artística; el de Italia, que alberga un pequeño Coliseo; o el de Estados Unidos, con un cubo suspendido como elemento central.

Además de mostrar avances tecnológicos como robots, vehículos de movilidad personal o incluso coches voladores como el modelo Skydrive, la Expo también invita a imaginar el mañana: desde buques con cero emisiones hasta simulaciones de ciudades del futuro y sistemas energéticos sostenibles.

Tradición y tecnología, de la mano

A pesar de la apuesta decidida por la innovación, Japón también quiere poner en valor sus expresiones culturales más arraigadas, como el teatro kabuki, los espectáculos de tambores taiko o su variada gastronomía regional, con platos como el okonomiyaki o el takoyaki.

La organización estima que el evento atraerá a unos 28 millones de visitantes, de los cuales unos 3,5 millones serán extranjeros. Se espera que la cita genere un impacto económico cercano a los 12.000 millones de euros.

EFE

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